domingo, 14 de junio de 2020

¿CONOCE EL ORIGEN DEL CUMPLEAÑOS, EL POR QUÉ DE LA TORTA Y EL SIGNIFICADO DE SOPLAR LAS VELAS?

La celebración del cumpleaños es un ritual pagano de protección, con más de 3.000.- años de antigüedad. Egipcios, babilonios, persas, griegos, romanos….
El origen de la fiesta de cumpleaños se remonta a la civilización egipcia. Según Jesús Callejo en su libro Fiestas Sagradas, “la celebración era un rito de protección del faraón”. En este rito se celebraba una gran fiesta. Además de proteger al faraón, se celebraba el recuerdo del faraón como un dios en la tierra.
Aunque no queda bien claro, estas primeras celebraciones pudieron llegar con los primeros faraones de Egipto, durante el Período Arcaico, que se data entre finales del IV e inicios del III milenio a.C. Más concretamente, entre  los años 3100 y 2600 a.C.
En Egipto, los faraones organizaban grandiosas fiestas para celebrar el día de su cumpleaños ya que los aniversarios del nacimiento, eran registrados y celebrados por la realeza masculina. Las fiestas de cumpleaños se desconocían entre las clases bajas -y entre todas las mujeres- excepto la reina. De dos fiestas de cumpleaños de mujeres tenemos constancia. Cleopatra II, que se casó con su hermano Tolomeo y tuvo un hijo de él, recibió de su marido un macabro regalo de cumpleaños: los restos de su hijo asesinado y descuartizado. Plutarco relata cómo Cleopatra IV, organizó una fastuosa fiesta de cumpleaños para su amante Marco Antonio, en la que incluso los invitados quedaron colmados de regalos.

Poco a poco esta celebración se fue extendiendo por todo el ámbito cultural.
Una cultura importante para la transmisión de esta fiesta de cumpleaños a las civilizaciones actuales fue la griega.
El escritor Filocoro narra que los adoradores de Artemisa, diosa de la Luna y de la caza, celebraban la fiesta de cumpleaños de la diosa el sexto día de cada mes, preparando una gran tarta a base de miel y harina. Muchos datos sugieren que el pastel de Artemisa estaba adornado con velas encendidas, el fuego ritual, las velas representaban la luz lunar, la irradiación de la diosa hacia la Tierra.
Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector, o daemon, que estaba presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. Los romanos también aceptaban esta idea y fue transmitida al campo de las creencias humanas y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada madrina o el santo patrón.
La costumbre de las tortas o bizcochos con las velas encendidas comenzó con los griegos. 
La creencia de entonces, decía que las velas de cumpleaños estaban dotadas de magia especial para conceder deseos.  Los cirios encendidos y los fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un significado místico especial desde el tiempo en que el hombre comenzó a erigir altares a sus dioses. De modo que las velas de cumpleaños rinden honra y tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena suerte.  Sobre estos dulces se situaban unas velas que los fieles soplaban para que el humo ascendiera hasta la divinidad, momento en el cual se pedían gracias y un deseo (en la actualidad, esto se hace a la inversa, primero se piden los deseos y luego se soplan las velas). Los saludos de cumpleaños y las felicitaciones son parte intrínseca de esta fiesta.  Los saludos de cumpleaños tienen poder para bien o para mal, porque en este día uno está más cerca del mundo de los espíritus, ya que según la creencia, Daemon se encontraba muy cerca del cumpleañero.
Las fiestas de cumpleaños de las deidades griegas se celebraban con carácter mensual, por lo que cada dios era festejado con doce fiestas de cumpleaños al año. Los griegos denominaban a estos festejos dedicados a los varones vivos Genetblia, y a las celebraciones anuales dedicadas a los varones fallecidos Genesia. Las fiestas de cumpleaños de las mujeres y de los niños se consideraban indignas de celebrarse, solo se celebraba la fiesta del cabeza de familia con un banquete.

En Grecia, Los hombres ricos se asociaban en clubs de cumpleaños, exclusivamente de hombres, y compartían sus cumpleaños.  Los romanos asimilaron esta idea, e instauraron la costumbre de considerar el cumpleaños de los personajes más importantes como festividades nacionales. Posteriormente fue una práctica común de los Emperadores y las elites masculina y femenina. En el año 44 aC, el Senado aprobó una ley por la que el aniversario del asesinato de César se convertía en festividad anual, realzada por un desfile público, una sesión especial de circo, combates de gladiadores, un banquete vespertino y la representación de una obra teatral.
Con el Cristianismo esta práctica cesó; y fueron los días de la muerte de los santos, los celebrados y los que se convirtieron en sus festividades. En el año 245 d.C., cuando un grupo de antiguos historiadores cristianos trató de fijar la fecha exacta del nacimiento de Cristo, la Iglesia católica consideró sacrílega esta investigación, proclamando que sería pecaminoso celebrar el nacimiento de Cristo como si fuese un faraón.
Posteriormente el Emperador Aureliano ordenó que se celebrase el cumpleaños el 6 de enero. Pero fue en el siglo IV bajo el mandato del Papa Julius I cuando la Iglesia celebró el nacimiento de Cristo, "Natalis Solis Invicti", el 25 de diciembre dando origen a la actual Navidad.
Algunas personas omiten este acontecimiento, debido a que la Biblia no acompaña estas celebraciones evitándolas. Los testigos de Jehová consideran esto de origen pagano.

La llamada piñata se dice que fue idea de Marco Polo en la China siglo XIV y llego a Europa junto con el espagueti.

Un siglo después, en el XV, los españoles encontraron que en México celebraban las fiestas de sus dioses colgando ollas de barro para romperlas con un palo.
El famoso “Happy Birthday to you” (Cuya traducción al castellano fue “Que los cumplas felíz”) lo inventaron dos maestras de escuela en Estados Unidos y se lo cantaban a sus alumnos en sus cumpleaños. En 1893, las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, que trabajaban como maestras en un jardín de infancia en Louisville (Kentucky), escribieron un libro con canciones infantiles para niños y así podérselas cantar.
La primera canción era “Buenos Días a Todos” (Good Morning to All), una sencilla pieza, de fácil y pegadiza melodía, que servía para saludar por las mañanas a los niños.
Originalmente la letra decía así:

   Good morning to you,
   Good morning to you,
   Good morning, dear children,
   Good morning to all.

Cierto día, con motivo del cumpleaños de una de las niñas que asistía al jardín de infancia, Patty decidió conservar la melodía y cambiar la letra de la canción por “Happy Birthday to You”, dando así origen a la famosa canción.
La canción se popularizó y fue pasando de boca en boca, hasta que, en 1924, se publicó  en un libro de canciones de Robert Coleman, y después se hizo popular gracias a la radio y al cine.
Diez años después, Jessica, la menor de las hermanas Hill, demostró que la canción original era autoría de sus hermanas y en 1934 obtuvo los derechos de autor, que se gestionó a través de la empresa Summy Company y que luego se convirtieron en dominio público, -a través de un fallo judicial- recién en 1985.

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