lunes, 22 de junio de 2020

TEATREANDO: EL PODER HISTRIÓNICO


Se denomina “poder histriónico” a aquellos que conllevan una capacidad innata de acaparar la atención de los demás con su propia imagen o por alguna actividad que realice con determinada destreza.
Histrión era el nombre que se daba en la comedia o tragedia grecolatinas al actor que representaba disfrazado.
Los primeros histriones fueron simples danzantes que los ediles de Roma enviaron a buscar a Etruria hacia 363 a. C. Después, estos mismos pasaron a ser actores parlantes pero por su condición servil fueron mirados siempre como infames, por lo que no podían adquirir el derecho de ciudadanos romanos. Su nombre era objeto de desprecio.
Citado por Livio, el término etrusco «ister» –luego «(h)ister»– generó el sustantivo «hister,-tri» (actor profesional) y su evolución en «histrĭo, -ōnis», con el mismo significado de actor profesional. 

En la cultura romana, la lengua latina jugaba con varias denominaciones con distintos matices para «actor, comoe dus, hister, histrio, ludio, lucius» y «tragoedus». Tanto 'actor' como 'histrio' eran voces prestadas de la cultura etrusca para denominar a los actores etruscos y oscos muy activos en la península itálica ya antes de la introducción del teatro griego en Roma.

La presencia del «histrĭo» en textos latinos de Livio y Valerio Máximo, es confirmada luego por Plutarco, citando testimonios de Rufo. También en textos de Plauto a parecen las formas «histrĭcus» e «histrĭculus», y siempre en relación con los nombres propios etruscos «Hister» e «Histrĭcus». En los textos dramáticos, ya desde Livio Andrónico, conviven ambos términos, 'histrio' (para todo aquel que ejerce el oficio teatral y la pantomima) y 'actor' (el profesional que vive del teatro). 'Histrio' todavía conserva estos significados en el siglo XIII, cuando se menciona en la Supplicatio que hace el trovador Guiraut Riquier (1254-1284) a Alfonso X el Sabio.

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