lunes, 1 de diciembre de 2014

Etimología de frases muy nuestras

“Ser un gringo”

Se dice que el término “gringo” viene de las luchas de los mexicanos contra los estadounidenses. Durante la guerra entre ambos países, los soldados norteamericanos acabaron invadieron México. En aquel tiempo se puso de moda entre los soldados norteamericanos una canción titulada “Verdes crecen las lilas”, que en inglés se traducía por “Green grow the lilas”. De las dos primeras palabras de este título surgió el apelativo de “gringo” aplicado a los ciudadanos de Estados Unidos, que hoy sigue utilizándose. “Ser un gringo”, por lo tanto, suele usarse despectivamente para referirse a cualquier ciudadano del gran país vecino del norte de México.


“Tener muchos humos”

Entre los romanos existía la costumbre de adornar el atrio de las viviendas con los bustos y retratos de toda su ascendencia, con el objeto de demostrar la extensión y la ranciedad de su linaje.
Por efecto del humo de las antorchas con que se las iluminaba y del paso del tiempo, los objetos decorativos iban adquiriendo una coloración oscura de la que los habitantes de la casa solían ufanarse, ya que cuanto más intensa era esa pátina de ranciedad, más crecía la respetabilidad de la familia, en base a la memoria de sus ancestros.
Ese es el origen de la expresión “tener muchos humos” que hoy aplicamos análogamente para manifestar la fea actitud de quien actúa con engreimiento y presunción inmoderados.
Derivada de la misma locución es la de “subirse los humos a la cabeza” y en el mismo sentido de arrogancia por el estatus económico o social adquirido por una familia o persona.

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