viernes, 10 de julio de 2020

EL ORIGEN DE CHACARITA Y COLEGIALES

Cuenta la historia  que entre los siglos XVII y XVIII, la por entonces Compañía de Jesús logró conformar por donación o compra, una propiedad inmueble tan vasta como para tener su frente casi junto al Río de la Plata, a la altura de las actuales avenidas Santa Fe y Luis María Campos, y llegar por sus fondos hasta el actual partido bonaerense de Morón. Los jesuitas arrendaban gran parte de la tierra para financiar sus obras religiosas y educativas que dirigían en la ciudad de Buenos Aires, lo que hoy sería el "Macrocentro" porteño.

Un sector de la propiedad se destinó a "chacrita" (diminutivos de chacra o chácara), que proveía vegetales y carne para la alimentación de los alumnos del Colegio San Ignacio (hoy Colegio Nacional de Buenos Aires) y al personal de las casas jesuíticas. Allí también se construyeron las oficinas destinadas a la administración de los arriendos y edificios para el alojamiento de los religiosos y sus huéspedes.

Además de abastecer de hortalizas y frutas al Colegio, la chacra era utilizada como casa de verano para los estudiantes. Así, muchas generaciones de jóvenes pasaron sus vacaciones en los montes y quintas de la "chácara", que a partir de entonces comenzó a llamarse "Chacrita de los Colegiales", lo que equivale a decir chacra de los estudiantes.

Al ser expulsados los jesuitas de todos los reinos y dominios de Carlos III de Borbón, medida que en el Río de la Plata se cumplió en 1767, sus bienes o temporalidades, pasaron a ser propiedad de la Corona. Por lo tanto, las tierras del actual barrio de Chacarita pasaron originalmente al reino y, tras la Revolución de Mayo, pasaron a ser propiedad del gobierno de la provincia de Buenos Aires.

El Colegio San Ignacio —hoy Nacional de Buenos Aires— dejó de funcionar y, por varios años, la juventud de la ciudad debió trasladarse a otros lugares para realizar sus estudios pre-universitarios. Esta situación se mantuvo hasta 1783, año en que Juan José de Vértiz, por entonces Virrey del Río de la Plata, estableció el Real Colegio de San Carlos utilizando la infraestructura del antiguo colegio de San Ignacio, en la llamada Manzana de las Luces. Finalmente, en 1863, por decisión del presidente Mitre, se lo terminó llamando Colegio Nacional de Buenos Aires.

La finca de la Chacarita siguió perteneciendo al Colegio Miguel Cané, alumno del Colegio Nacional en la década de 1860, relata en "Juvenilia" anécdotas de su vida de pupilo y entre ellas, los episodios de las vacaciones en la Chacra.

Sin embargo, en 1871, la imagen del predio comenzó a cambiar, cuando allí se instaló un enterratorio destinados a las víctimas fatales de la epidemia de fiebre amarilla que azotó a Buenos Aires en ese año. Se lo estableció en el sector del actual Parque Los Andes (denominado en una época Rancagua) limitado por la avenida Corrientes y las calles Jorge Newbery y Dorrego, sobre la que estaba el portón de entrada. Además el Ferrocarril Oeste construyó un ramal que partiendo desde Ecuador y Corrientes avanzaba por esta última hasta dicho cementerio, llevando los cadáveres. Las tierras de la Chacarita Vieja, como con el tiempo seria conocido este camposanto, fueron restadas por el gobierno bonaerense al partido de Belgrano, que a cambio recibió una indemnización en dinero.

En 1880, el Presidente Nicolás Avellaneda impuso la federalización de la Ciudad de Buenos Aires, lo cual ponía bajo competencia federal el territorio que era hasta ese entonces, Capital de la Provincia de Buenos Aires, declarándosela, a partir de allí, Capital Federal de la República Argentina. La Provincia de Buenos Aires, por su parte, reaccionó enérgicamente ante la medida con un levantamiento militar promovido por el propio Gobernador, don Carlos Tejedor.

En medio de este conflicto, el Presidente decidió trasladar las instituciones de gobierno a la entonces Municipalidad de Belgrano, mientras que la Chacarita de los Colegiales era ocupada por los efectivos del Regimiento 1 de Caballería, al que después se unirían los del 11 de Infantería, con el fin de resguardar a las instituciones federales.

Una vez resuelto el levantamiento, los militares permanecieron allí algunos años más, hasta que el predio de la antigua Chacarita de los Colegiales, fue finalmente destinado a cementerio urbano, ya que la "Chacarita Vieja" (hoy Parque Los Andes) se hallaba colmada. Este nuevo enterratorio, llamado oficialmente "Cementerio del Oeste", fue establecido el 14 de abril de 1886. Ante el auge inmigratorio, parte del predio fue destinado a "Necrópolis de Disidentes", lo que actualmente son los cementerios Alemán y Británico de Buenos Aires.

La historia de Colegiales está ligada a la de los barrios de Chacarita y Villa Ortúzar ya que los tres formaban parte de la antigua estancia jesuítica, que pertenecía a la Compañía de Jesús. En efecto, en 1608 el gobernador de Buenos Aires, Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, otorgó a esa orden religiosa terrenos en parte de lo que hoy son esos barrios. Desde 1614 hasta 1746 los jesuitas se hicieron dueños de más tierras hasta completar unas 2700 hectáreas conocidas como "La Chacarita" 4(«Chácara» es un vocablo antiguo, de origen quechua o aimara, que se utilizaba con el significado de «huerta», y que con el tiempo se modificó por «chacra»). ​Los antiguos caminos que facilitaban la comunicación a los religiosos se transformaron con el tiempo en el actual trazado de las principales avenidas, tal es el caso de Álvarez Thomas, Federico Lacroze, y Dorrego.

Como ese predio tenía instalaciones en donde pasaban sus vacaciones los alumnos del Colegio San Ignacio (Luego Colegio Real San Carlos y hoy Colegio Nacional de Buenos Aires), la zona era denominada popularmente, desde el siglo XVII, como La Chacarita de los Colegiales. El escritor Miguel Cané en su obra maestra Juvenilia (1884), cuenta todas sus experiencias vividas en ese colegio y en un capítulo menciona una anécdota ocurrida mientras estaba de vacaciones estudiantiles en dicho lugar, sobre un arroyo que circulaba por la actual avenida Elcano.

Desde su conformación, uno de los principales caminos que unía el centro de Buenos Aires con la Chacarita, era el Camino del Norte (hoy avenida Cabildo). Cuando llegaba el verano, los alumnos del Colegio San Ignacio, montando y jineteando, abandonaban la ciudad y se dirigían a la Chacarita de los Colegiales para veranear. Aquellos jóvenes avanzaban por el Camino del Norte, hasta el actual barrio de Colegiales, donde utilizaban otro camino que los alcanzaba hasta la Chacarita. Los vecinos comenzaron a denominar ese camino secundario como "De los Colegiales", lo que hoy en día es la actual Avenida Federico Lacroze.

Durante varios años, el barrio de Colegiales estuvo bajo la jurisdicción del Municipio de Belgrano y recién en 1887, cuando dicho pueblo se anexa a la Capital, este barrio pasa a formar parte de la Ciudad de Buenos Aires.




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