miércoles, 5 de agosto de 2020

LA IMPOSIBLE PARADOJA DEL BARBERO


Supongamos que hay una ciudad con un solo barbero masculino; y que todos los hombres de la ciudad se mantienen afeitados a la perfección: unos al afeitarse ellos mismos, otros van a la barbería.
Suena razonable imaginar que el barbero obedece a la siguiente regla: solamente afeita a todos los hombres de la ciudad que no se afeitan a sí mismos.
Bajo este escenario, podemos hacer la siguiente pregunta: ¿El barbero se afeita a sí mismo?
Sin embargo, al preguntar esto, descubrimos que la situación presentada es de hecho imposible:
- Si el barbero no se afeita a sí mismo, debe cumplir con la regla y afeitarse a sí mismo.
- Si se afeita a sí mismo, de acuerdo con la regla, no se afeitará a sí mismo.

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