Su epitafio, escrito por él mismo, tampoco tiene desperdicio: “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos
momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien”.
Esta y muchas otras, son las frases más célebres del gran maestro de la comedia francesa:
“La hipocresía es el colmo de todas las maldades”.
“A quienes me preguntan la razón de mis viajes
les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco”.
“Prefiero un vicio tolerante a una virtud
obstinada”.
“Casi todos los hombres mueren de sus
remedios, no de sus enfermedades”.
“La felicidad ininterrumpida aburre: debe
tener alternativas”.
“Castigat ridendo mores” (Corrige
las costumbres riendo).
“Las cosas no valen sino lo que se las hace
valer”.
“La belleza del rostro es frágil, es una flor
pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura”.
“La hermosura sin gracia es un anzuelo sin
cebo”.
“Nunca se dio el caso de conquistar un corazón
por la fuerza”.
“La muerte es el remedio de todos los males;
pero no debemos echar mano de éste hasta última hora”.
“La serena razón huye de todo extremismo y
anhela la prudencia moderada”.
“Médicos. Hombres de suerte. Sus éxitos
brillan al sol... y sus errores los cubre la tierra”.
“Nadie es capaz de evitar el amor, y nadie es
capaz de evitar que su amor se acabe”.
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