LA CERVEZA SE CONOCÍA HACE 13.000
AÑOS
Y EL NO RECIBIRLA, FUE LA CAUSA DE
LA PRIMERA HUELGA LABORAL AL FARAÓN RAMSES III !!!!
Una de las bebidas más populares y
también de las más antiguas del mundo es, sin lugar a dudas, la cerveza y fue
la bebida más popular en el antiguo Egipto.. Ya se conocía hace 13.000 años y
empezó a fabricarse a escala industrial con el surgimiento de las
civilizaciones del antiguo Egipto y Mesopotamia.
Antiguo Egipto
La tierra de los faraones fue la
primera, junto con Mesopotamia, en producir cerveza a gran escala. Esta bebida
era la más popular del antiguo Egipto, consumida por personas de cualquier edad
y clase social en una amplia gama de variedades y con diversas funciones, desde
la alimentación a la medicina o los ritos religiosos.
Los investigadores llegaron a esta
conclusión tras analizar restos de unos morteros de piedra datados de hace unos
13.000 años
UNA BEBIDA CON MUCHA HISTORIA
A juzgar por las pruebas
arqueológicas, la cerveza ya era conocida, pero fue con el surgimiento de las
sociedades complejas cuando se empezó a producir a gran escala; su abundante
fabricación se debía a que los productos con los que se hacía eran los mismos
que el pan, el alimento básico para la mayoría de la población: cereales,
frutos secos y hierbas aromáticas. Según la región estos variaban; por ejemplo,
en Egipto se usaba espelta en lugar de cebada y se endulzaba con dátiles, higos
y miel.
La razón de su popularidad era que,
durante siglos, la cerveza fue la bebida más sana que existía. Debido a que el
agua provenía en buena medida de los ríos y pozos, era susceptible de provocar
enfermedades; por el contrario la cerveza, por su contenido en alcohol, era
mucho más segura, tanto que la bebían ya desde niños. Los egipcios la
utilizaban incluso con propósitos curativos: mezclándola con hierbas
medicinales, de las que el alcohol extraía los principios activos, como
analgésico natural e incluso como desinfectante para las heridas, para lo que
se usaba también el vino.
Al ser un producto tan importante,
su producción estaba en manos del estado, que la empleaba como moneda de pago
para todos los trabajadores: soldados, constructores, escribas y un largo etcétera.
En el antiguo Egipto el pago en
especie era la norma y se hacía habitualmente con productos de consumo o con
metales. Los nobles y sacerdotes, propietarios de grandes terrenos de cultivo,
tenían su propia producción de cerveza, para consumo propio o para el comercio:
esto les permitió adquirir un poder económico que en ocasiones fue superior al
del propio faraón, especialmente en el caso de los cleros principales como el
del dios Amón, que producían y consumían grandes cantidades de cerveza destinadas
a ofrendas y ritos.
LA PRIMERA HUELGA DE LA HISTORIA
Siendo la cerveza uno de los tres
pilares de la alimentación egipcia, junto al pan y la cebolla, es fácil
comprender que en muchas ocasiones se utilizase la cerveza como medio de pago,
especialmente en el caso de militares y servidores públicos.
En el año 1166 a.C., durante el
reinado del faraón Ramses III, tuvo lugar un conflicto singular: los obreros
que levantaban el monumento que habría de servir de tumba al faraón, decidieron
cruzarse de brazos ante el prolongado retraso en el esperado pago en especies,
entre otras cosas la cerveza para saciar su hambre y su sed. Con ello dieron
lugar a la primera huelga de la que se tiene constancia en la historia y hasta
que no recibieron su pago en cerveza, no continuaron con sus tareas.
BORRACHERAS, RESACAS Y ASESINATOS
Pero aparte de su uso cotidiano,
medicinal y ritual, la cerveza tenía evidentemente un componente lúdico. En las
ciudades egipcias proliferaban las “casas de la cerveza”, tabernas donde se
bebía sin medida y por el placer de hacerlo. Al ser una bebida fermentada de
forma natural, la cerveza tendía a ganar graduación rápidamente a medida que
los azúcares se convertían en alcohol y era muy fácil emborracharse. La resaca ya
era bien conocida en aquel entonces, así como remedios naturales de dudosa
eficacia, como colocarse un collar de laurel alrededor del cuello.
La cerveza se empleaba también como
método de pago para los maestros o escribas, pero a juzgar por algunos textos
que nos han llegado, a veces el pagador no era del todo honesto y se quedaba
una parte para su propio deleite, provocando las quejas de sus maestros a los
que no solo se les escatimaba parte de su sueldo sino que también tenían que
lidiar con alumnos borrachos.
Aparte de su uso cotidiano,
medicinal y ritual, la cerveza tenía evidentemente un componente lúdico. Las
borracheras y la resaca eran ya un problema habitual en el antiguo Egipto.
También podía ser, a raíz su uso
medicinal, una buena arma del crimen en conjuras palaciegas. La medicina
egipcia solía usar el extracto de plantas adormideras como la mandrágora o la
amapola, que mezcladas con la cerveza en grandes cantidades podían tener
efectos estupefacientes e incluso venenosos. El riesgo de envenenamiento estaba
a la orden del día, ya que varios de los síntomas podían hacerse pasar por el
resultado de una enfermedad.
Un grupo de investigadores de la
Universidad Hebrea de Jerusalén ha logrado elaborar cerveza a partir de
antiguas levaduras recuperadas en vasijas egipcias de hace unos cinco mil años.
CERVEZA PARA TODOS LOS GUSTOS
Además de ser muy extendida, la
cerveza era también una bebida con muchas variantes: había cervezas dulces y
saladas, más o menos densas -algunas incluso tan espesas como una crema- y con
una amplia gama de sabores según las hierbas o frutos que se hubieran empleado
en su elaboración. Existía la cerveza del pueblo, turbia y espesa, y cervezas
de gran calidad, filtradas y aromatizadas. Los propietarios de grandes
explotaciones elaboraban sus propias “marcas”, sellando las ánforas con
jeroglíficos que indicaban la calidad y procedencia del producto.
Así como en la cultura grecorromana
la bebida por excelencia era el vino, la cerveza era su equivalente en Oriente
y, al contrario que este, era consumida por toda la población. Tanto fue así
que, aun después de la llegada del Islam, siguió siendo una bebida muy popular:
hoy en día es frecuente encontrar cerveza de este tipo en países islámicos
donde está prohibido el consumo de alcohol, con sabores añadidos como melocotón
o fresa.
HAY DOS ETIMOLOGÍAS DE LA CERVEZA
Una, de Joan Corominas, dice que
«cerveza» proviene del latín cervêsïa, que a su vez toma esta palabra del galo,
un idioma celta. La raíz celta parece estar emparentada con el galés cwrw y el
gaélico coirm. Por cervoise entiende el Petit Larousse Illustré de 1918
«cerveza de los antiguos galos».
Otra, de Phillippe Duboë-Laurence y
Christian Berger (El libro del amante de la cerveza), sugiere que cervoise
viene de cerevisia, pero luego añaden que esta voz vendría de «Ceres», diosa
latina de la tierra y los cereales, y de vis, la fuerza. Tal etimología
pertenece a ese género de etimologías de fantasía que los filólogos[¿quién?] no
toman en serio.
En todo caso, la raíz común es
fácilmente apreciable en sus voces española «cerveza», portuguesa cerveja,
catalana cervesa, gallega cervexa, extremeña cervécia y retorrománica gervosa.
En otros idiomas europeos se emplean derivados de la misma raíz que la palabra
germánica bier, como es el caso del inglés beer, francés bière e italiano
birra. En inglés también se utiliza la palabra ale, equivalente a öl, que es la
palabra escandinava para cerveza. Charlie Papazian sostiene que ale significaba
originariamente hidromiel —mead en inglés— muy rebajado con agua, mientras el
hidromiel fuerte era denominado biuza, de donde beer.