1) Los leones
La mayoría de las leonas ya se han
reproducido a los cuatro años de edad. Los leones no se aparean en ninguna época
particular del año y las hembras tienen numerosas fases de estro cada año.
Como en otros félidos, el pene del macho tiene
unas espinas apuntando hacia atrás. Cuando se retira el pene, las espinas rozan
las paredes de la vagina de la hembra, lo que puede causar la ovulación. Una
leona puede aparearse con más de un macho cuando está en celo; durante el periodo de apareamiento, que puede
durar varios días, se han observado leones copulando 157 veces en un periodo de
55 horas. (Así que ya sabe… Le están mintiendo descaradamente cuando le digan
que está hecho un león!)
2) Los camellos
Es probable que haya escuchado que
los camellos y dromedarios almacenan agua en sus jorobas. Sin embargo, esta
afirmación es errónea.
La giba almacena una gran cantidad de tejido graso, que
les sirve de depósito de energía y les ayuda a sobrevivir en los desiertos y
estepas sin apenas vegetación. Asimismo, esta grasa actúa contra la pérdida de
calor y les protege del frío del desierto.
Gracias a sus gibas, tanto los
camellos como los dromedarios pueden sobrevivir sin beber durante más de 5 días
o incluso semanas, dependiendo de la estación. Ambos animales son capaces de
deshidratarse hasta un 40 %, lo que hace que sus jorobas, que son flexibles, se
empequeñezcan y tiendan a caer a un lado.
Otra clave para entender la
resistencia de estos animales, es que una vez que encuentran agua, pueden beber
en tan solo 15 minutos unos 140 litros. (Tengo amigos que se acercan a esa
cifra, pero con cerveza!)
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