miércoles, 12 de agosto de 2020

UN PAIS IMAGINARIO

En el mundo de la fantasía lo más impensado puede ocurrir. Absolutamente todo es posible. Incluyendo hechos y personajes que tan sólo logran existir en la imaginación.
En medio del irreal y fantasmagórico universo de nuestra historia, se encuentra un país singular. Tan singular que fue llamado el país del “Por siempre nunca jamás de los jamases”.
En aquel tan peculiar y extraño país, ocurrían hechos sumamente especiales y característicos, exclusivos de aquel mundo imaginario.
El pueblo en su mayoría, vivía sumergido en la pobreza y, en muchos casos, en la miseria absoluta. Algo muy raro e incomprensible puesto que las comprobadas riquezas que aquella tierra ofrecía, resultaban prácticamente inagotables en cuanto a recursos económicos. Pero una desgraciada sucesión de gobiernos corruptos a lo largo de muchos años, cuyos únicos objetivos fueron los de enriquecerse sin importarles el pueblo ni la gente que los había votado, habían endeudado las arcas públicas a niveles pocas veces visto.
Mariano Biolado era un ciudadano casi común. Con inquietudes, proyectos y sin embargo con muy pocas esperanzas de un mundo mejor, porque sabía que ese mundo mejor era mucho más caro y muy difícilmente podría llegar a estar a su alcance.
Fue por eso que un día, Mariano decidió entrar en la política. Estaba seguro que participando políticamente, se lograría el tan esperado cambio. Pero lo único que cambió... fue el clima. Y para peor.
Era tal el descontento generalizado en el pueblo, que ya había llegado hasta las mismas filas del gobierno, entre los cuales algunos integrantes decidieron emprender una escisión (ya que habían sido injustamente dejados de lado en varios negociados y licitaciones) y formar un nuevo partido político, cuyo objetivo fue el de captar y canalizar el desánimo popular.
Se reunieron entonces secretamente, unos cuantos de ellos que buscaban capitalizar la confianza de la gente y sobre todo sus propios bolsillos, y entre ellos, participando casi calladamente estaba Mariano.
Lo primero a decidir fue el nombre que tendría el nuevo partido político. No era una tarea sencilla ya que ese mismo nombre debía llevar implícito el mensaje que se enviaría a la población y sus objetivos a cumplir.
Luego de una muy breve discusión, cerraron el acuerdo y conformaron el nuevo partido político “Agrupación Popular del Estado” cuyas siglas pasaban a ser el
“A.P. Estado”.
A Mariano aquel nombre le pareció poco apropiado al principio, pero a medida que iba conociendo a los integrantes de la agrupación, reconoció su error.
Eligieron como candidato a presidente al Doctor Mata Lozano, cuya gran trayectoria en la medicina, lo llevó de ser uno de los mejores cirujanos del país, a trabajar como médico forense. (“para ahorrarse un paso” según dijeron sus superiores).
Sus amigos más íntimos le decían “aguarrás” porque de lejos parecía solvente.
Su único inconveniente (según sus correligionarios) se encontraba en el momento de los discursos. Por su monocorde cadencia sonora, cuando hablaba el Doctor Mata Lozano, era tan aburrido que muchos de sus seguidores preferían escuchar un partido de ajedrez por radio.
A raíz de la gran ambición de poder que reinaba entre los restantes integrantes del grupo, ya desde la primera reunión de los principales dirigentes, comenzó una dura y cruel lucha de poderes por la repartición de los ministerios más importantes.
-¡Yo quiero el ministerio de economía!- Gritó autoritariamente Angélica Galindo, conocida con el apodo de “la maga” porque era especialista en hacer desaparecer dinero de las arcas públicas, al tiempo que proponía a Isidro Gando para el ministerio del interior.
Al mismo tiempo, el Doctor Mata Lozano, que necesitaba alguien de suma confianza para que sea su vicepresidente, le ofrecía por debajo de la mesa un sobre a Alejandro Kroll Huete, más conocido por Al K. Huete, para que lo secunde en sus patrióticos objetivos.
Lentamente, entre discusiones, peleas y disputas (más que nada, entre ellas) se fue conformado el gabinete de gobierno quedando Zoila Serda y Elsa Poediondo al frente del ministerio de obras públicas.
En el de cultura, el ingeniero en Explotación de Minas Alberto Carlos Cantos y la doctorada en Artes Kamasútricas, Sevelinda Parada.
Relaciones exteriores fue para la enóloga Encarna Vales. Justicia quedó para la licenciada y licenciosa Déborah Cabezas y el famoso filósofo Francisco Lorín Colorado.
El erudito en ciencias ocultas Rodrigo Norrea y el biólogo Alex Kremento en salubridad, mientras que las tituladas de doble grado en Marketing e investigación de mercados, almacenes y kiosquitos, Evelin Munda, Irma Tando, Marité Nebrosa, Mercedes Karada, Penélope Luda y Ramona Ponte Alegre quedaron a cargo de las distintas secretarías de estado y todas sin excepción, sentadas sobre las rodillas de sus jefes.
Satisfechos y con una alegría indescriptible, estaban a punto de levantar la sesión cuando Alberto Carlos Cantos preguntó:
-¿Y el programa?-
-¿Dan algo interesante?- preguntó Evelin Munda señalando el aparato de televisión.
-Se refiere a nuestro plan de gobierno- aclaró Encarna Vales
-¿Plan de gobierno? Muy sencillo... - replicó Angélica Galindo -Pedimos muchos créditos, recibimos una gran cantidad de sobornos y antes que termine nuestro mandato, nos llevamos cuanto podamos-
-El programa de gobierno para presentarle al pueblo- aclaró Rodrigo Norrea
-Ahhh... Lo de siempre- se interpuso el Al K. Huete -Tenemos que decir que vamos a acabar con la corrupción, que necesitamos la colaboración de todos y que va a ser necesario mucho sacrificio para levantar al país, como para que quede claro que van a tener que seguir trabajando casi gratis...-
-¡Pero eso es lo que dicen todos!- protestó Elsa Poediondo
-Justamente- explicó el presidente -y sin embargo nos siguen votando... No te olvides que la estupidez humana no tiene límites-
-Y mientras tanto...- prosiguió Angélica Galindo – nosotros vamos pidiendo préstamos al Fondo a la derecha bajando las escaleras internacionales, repartimos el 20% para el que lo pide, varios 10% para los intermediarios, otro 20% en sobornos a algunos periodistas claves para que hablen de otra cosa y si queda algo se invierte en renovar los muebles de la casa de gobierno. Y con respecto al préstamo original, si tienen suerte, algún día alguien lo pagará.-
Al otro día comenzaron con los preparativos de la campaña política. Para ello convocaron a banqueros y dueños de las principales empresas multinacionales en una cena a beneficio del A.P. Estado Doctor Mata Lozano.
Recaudaron muchos millones, de los cuales la gran mayoría fue destinado a la inmediata reconstrucción de las arcas... del presidente.
A los pocos días comenzaron con las giras, presentándose entre la gente como la nueva alternativa al gobierno. Para tal fin debían cumplimentar ciertos y determinados requisitos preestablecidos como el de, con una amplia sonrisa, alzar y besar a los niños pobres (por lo que luego debían lavarse la boca con un desinfectante especial, para no contagiarse la pobreza), estrechar la mano de la gente humilde que se acercaba a su alrededor (y que en realidad, se acercaba mendigando un pedazo de pan), hablar en los discursos con voz firme y amenazante como desafiando al mundo y por sobre todo, con palabras y frases sumamente rebuscadas para que nadie las entienda, prometiendo incluso lo que resultaba imposible.
-Total... - decían -Dios y la Patria nunca demandaron a nadie. ¿Por qué iban a empezar con nosotros?-
La fórmula del éxito estaba asegurada, sobre todo porque ya no pertenecían al gobierno que los había llevado a ésta penosa situación económica.
Mariano Biolado, a pesar de creer que aún se podía construir un mundo mejor, trabajó para la A. P. Estado y por tal esfuerzo lo nombraron candidato a intendente de su pueblo natal.
La elección presidencial fue muy reñida, a tal punto que terminaron las tres fuerzas que competían, con el 33% de los votos.
Por una diferencia horaria, tan sólo faltaba escrutar las mesas del pueblo donde vivía la madre del Doctor Mata Lozano, una anciana querida y muy respetada por todos los del pueblo, que siempre seguían sus consejos.
En la A. P. Estado ya daban por perdida la elección porque, según comentaban entre corrillos, la madre nunca lo votaría, ya que ella lo conocía mejor que nadie.
Sin embargo la suerte estuvo del lado del Doctor Mata Lozano y su alegría fue indescriptible cuando se enteró que su anciana madre había muerto de un infarto antes de ir a votar, por lo que todos en el pueblo supusieron que lo hubiese querido votar a él e hicieron lo mismo.
Así ganaron las elecciones y se alzaron con el triunfo y con todo el botín planeado. Sus votantes salieron a la calle a festejar con pancartas y banderas, sin darse cuenta que a ellos no les iba a corresponder absolutamente nada de la gran repartija que se avecinaba.
Los banqueros y empresarios de las grandes empresas multinacionales también se reunieron, pero para cenar y diagramar los próximos negociados bajo la tutela del nuevo gobierno electo, y el vaciamiento de varias entidades bancarias, previo pago de multimillonarias indemnizaciones a los directivos, que luego tendrían que ser salvadas con fondos del estado, “para no desestabilizar el sistema financiero”.
Mariano Biolado, también ganó en su pueblo y fue el nuevo intendente. Se propuso reducir los impuestos locales, lograr una mayor y más justa repartición fiscal, apoyar la cultura local en todas sus disciplinas, abrir nuevas escuelas y otorgar créditos a muy bajo costo a los nuevos emprendedores, aunque todo esto no fuese visto con buenos ojos por el comité central de la A. P. Estado
A pesar de todas aquellas buenas intenciones, lamentablemente lo único que consiguió, es que sus mismos correligionarios lo denuncien por una infracción de tránsito impaga de su juventud, y su imagen de corrupto y posterior enjuiciamiento fue la noticia que recorrió todas las revistas e informativos televisivos, demostrando así, que éste nuevo gobierno luchaba contra la corrupción.
Inmediatamente fue destituido de su cargo, enjuiciado y al ser declarado culpable, le dictaron una sentencia de quince años de prisión en una cárcel de máxima seguridad.
Su cargo fue prontamente ocupado por el primer concejal, en el que la A. P. Estado tenía absoluta confianza, llamado Mario Netta.
A los pocos años, el país se fue a la quiebra y todos sus habitantes debieron emigrar hacia nuevos horizontes, incluyendo los gobernantes, pero éstos se radicaron en los paraísos fiscales donde habían sabido guardar sus ahorros.
Lamentablemente, a nadie le importó cuanto ocurrió en el pueblo del “Por siempre nunca jamás de los jamases”, porque en definitiva, toda esta historia es absolutamente imaginaria y producto de la fantasía.
Sin embargo, hay algo que causa intranquilidad, por no decir un gran temor:
El viejo paradigma que la realidad supera siempre a la ficción.

H.D.M.

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