lunes, 10 de agosto de 2020

EL ORIGEN DEL PAPEL DE FUMAR


Cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo descubrieron que los indígenas respiraban el humo producido por la combustión de ciertas hierbas, es decir, que fumaban. Como con todo lo demás, empezaron a traérselo a Europa y no tardó en surgir el comercio del tabaco. 
Todo comenzó cuando los europeos llegaron al continente americano y vieron a los indios echando humo por las narices.
Superado el shock inicial, los conquistadores se aficionaron rápidamente a fumar, y regresaron a sus hogares con la nueva planta. El cigarro puro, la pipa o, más tarde, el rapé serían las maneras convencionales de tomarlo. Hasta que los menesterosos, deseosos también de echarse unas caladas, descubrieron que en la basura de las fábricas de tabaco se podían encontrar los trocitos sobrantes de la confección de vegueros. Así, envolviéndolos en papel, nació el cigarrillo. No obstante, el papel de los siglos XVI y XVII debía ser de un grosor suficiente para convertir en una pequeña planta incineradora a cualquier fumador. Y ahí es cuando nace el llamado papel de ensigarrar o papel Barcelona, que revolucionó la forma de fumar de catalanes y españoles, conocidos desde entonces por sus extraños pitillos.

Las localidades de Manresa, Barcelona y Capellades se convertirían en las principales fabricantes de este nuevo producto, del que hablaban con sorpresa los primeros turistas que, a finales del siglo XVIII, comenzaban a transitar por la Península.

A diferencia del resto de Europa, aquí causaba furor el tabaco picado, enrollado en papel hasta formar un sigarro. Aquellos ilustrados viajeros relataban estupefactos que nuestros lejanos parientes se tragaban el humo, quizá para aliviar el hambre que pasaban. Y que era de la mayor distinción liarse un cigarrito y compartirlo con el huésped o amigo de turno. De forma muy similar a como la juventud sigue haciéndolo hoy en día (a escondidas de sus padres, claro está).

De hecho, fuera de nuestras fronteras nadie había fumado un pitillo hasta la invasión napoleónica, cuando los soldados del Gran Corso extendieron la afición por todo el continente. Esta moda cobró un auge inesperado en Francia, donde el papel catalán alcanzó una gran popularidad. Hasta tal punto que, en nuestro país vecino, la reina María Amelia pasa por ser la inventora del cigarrillo, y aún se recuerda al emperador Napoleón III como l'homme de la cigarette. En aquellos años, catalanes y levantinos dominaban el mercado del papel de fumar. Y así hubiera seguido si inventores como Narcís Monturiol o el norteamericano James Bonsack, a finales del siglo XIX, no hubiesen inventado la máquina rellenadora, con la que los cigarrillos pasaron a tener su actual apariencia industrial.

A principios del S XVIII se inicia la fabricación del papel de fumar, un papel más fino que el papel de imprenta, con un gramaje de 40gr/m2, hoy en día el gramaje del papel de fumar está entre los 10gr/m2 y los 25gr/m2. ¡Y menos mal que se inventó, ya que hasta entonces se utilizaba papel de periódico (con su tinta incluida) para liar los cigarrillos!!!



En sus inicios del papel de fumar se producía manualmente y con los mismos productos que se utilizaban para el papel normal, con fibra y celulosa, obtenidas del cáñamo, arroz, de trapos, sábanas y todo tipo de ropa. Hoy en día los productos más utilizados son el lino, arroz, cáñamo, esparto, yute o una mezcla de ellos.

Los primeros papeles de fumar se realizaban en hojas de papel grandes, que el fumador podía cortarse según sus necesidades. En estos momentos podemos encontrar los tamaños estandarizados entre los que destacan el Regular, el Medium que es ¼ más grande que el Regular y el King Size.



Sus inicios se encuentran entre Capellades (Barcelona) y Alcoy (Alicante) como principales zonas productoras. A finales del s. XVIII y hasta principios del VIX España era el productor n1 mundial. Primero con la exportación a América donde era común su intercambio por tabaco y posteriormente con la expansión por Europa que puede agradecerse a las tropas Napoleónicas que después de su invasión se llevaron la costumbre de liar el tabaco hacia el resto de Europa.

Algunas de las marcas destacadas de ese momento son Bambú, Marfil, Carabela, Gol, Papel Lanuza, El Cazador, El Barco, Habano, Pay-Pay y Miquel y Costas. el pueblo en los puertos como Cadiz usaban papel para enrollar el tabaco que caía de los cargamentos, lo mismo pasó en Inglaterra y otros países que importaban tabaco, ese es el origen del cigarrillo… en Europa hasta el siglo XX se fumaban puros o en pipa, el rape y el chimó había pasado de moda excepto en las colonias… fueron personas inteligentes desde la época victoriana hasta digamos la época en que Onassis hizo su primer "millón", que el cigarrillo se vio como una buena forma de vender tabaco a muy bajo precio por que se usaba lo que se descartaba de la picadura o de cosechas que sobraban, y mecanizar el proceso en vez de seguir el enrollado manual con buena picadura que era cosa de gentleman, hizo el resto. En gran parte esta es la razón por la cual al popularizarse el cigarrillo incluso las marcas que se esmeraban por hacerlo con una buena mezcla entre macedonia, virginia y barley jamás vendieron un producto que fuera de la misma calidad de un puro o de una picadura de pipa, las crisis económicas de la primera guerra, la gran depresión y la segunda guerra hicieron el resto, la gente se mudó al producto más barato… en Iberoamérica fue rápido por que a partir de los 30tas del XX pasaron de liberalismo a una economía muy restringida, controlada y pésimamente planificada hasta hoy, tambien la cultura popular ayudó mucho a difundir el cigarrillo en películas, comics, etc, y incluso la medicina que consideró al tabaco como una buena forma de lidiar con el stress…. lo curioso de todo esto, es que el que fumemos cigarrilos enrollados nuevamente, y no los mecanizados, se debe a que los impuestos encubiertos del estado empezaron a aplicarlos en cigarrillos y gasolina, no solamente imprimiendo impuestos encubiertos mediante la devaluación keynesiana de la moneda….

Es una historia interesante, como el broncearse en la playa, antes era considerado hortera el broncearse, porque el que se bronceaba era el campesino, así que la gente en la playa, ríos y lagos normalmente no se ponían a broncearse, fue el gusto por la cultura popular, como por ejemplo el deporte polinesio de hacer surf, el que trajo la moda de broncearse…. sea como sea es un ejemplo extra que te doy para que veas como el auge de la cultura popular ayudó a muchas costumbres instaurarse


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