domingo, 3 de abril de 2016

"La comedia está servida" PROLOGO

Prólogo


Debido a que son tantos los ensayos, tratados, investigaciones, teorías, métodos y formas que han sido expuestas y publicadas por otros tantísimos autores, en relación al teatro en sí, a la actuación y todo lo relacionado con el arte dramático,  me percaté que en forma inversamente proporcional es lo que se encuentra publicado sobre las comedias  y más específicamente sobre las de enredos, que no alcanzan un porcentaje que logre acercársele mínimamente a cualquier otro género. 
Importante es destacar que si bien es cierto que hay unos cuantos libros que tratan el tema y que resultan ser muy interesantes y esclarecedores al respecto, siempre es positivo intentar  contribuir con otro pequeño granito de arena y explicar de manera lo más escueta y sintéticamente posible, cómo ha transcurrido mi experiencia en la materia, con el ánimo que al menos, le resulte interesante a quienes de una u otra manera han tenido acercamiento a mis textos.
Lo que uno sabe o lo que pudo haber aprendido a través de la experiencia obtenida por tantos  fracasos y algún que otro éxito a lo largo de varios años en esta carrera, de nada sirve si no se tiene en quien volcarlos a  modo de simples sugerencias, con el objeto de evitar que se reiteren inútiles errores o al menos, que se tomen conciencia a qué se debieron y cuáles fueron sus consecuencias.
El éxito no es más que el frágil momento que transcurre desde los aplausos hasta el silencio total de la soledad.  Al contrario del fracaso que se erige indiscutible y a toda hora como el gran maestro del arte.
Nunca está de más equivocarse, porque justamente allí se encuentra una de las bases del aprendizaje y de nada serviría impedirlo, pero contando la propia experiencia, se puede contribuir a que se sepa en qué consistió la equivocación, mostrando alunas técnicas que pueden ayudar a esclarecerlo y por otra parte, colaborar a que esas equivocaciones no sean tan perjudiciales para la carrera de quienes se internan en este maravilloso mundo de las comedias.
Lo aclaro ahora y lo repetiré en varias ocasiones, no me considero idóneo para decirle a nadie lo que debe o tiene que hacer al momento de enfrentarse con el desafío de poner una comedia sobre el escenario, por un lado porque creo que lo máximo que se puede hacer por un artista, es mostrarle algunas técnicas y procedimientos que han resultado útiles a otros determinados artistas y los porqué de cada uno de ellos, pero de ninguna manera condicionarlos o exigirles que las sigan al pie de la letra, porque el arte en sí mismo es caótico y absolutamente libertino para la creación.

Todo aquel que se interne en el disoluto, licencioso y anárquico  torbellino del arte, debe tener muy en claro que se encuentra absolutamente solo y depende exclusivamente de sí mismo, de sus sensaciones, de sus experiencias, de su criterio y su creatividad para comenzar, y que todas aquellas técnicas, consejos y sugerencias plasmadas en todo tipo de libros, ensayos y manuales, no servirán más que como si fuesen una tenue luz de una vela para alumbrar aquella montaña que se pretende escalar.  Pero cada uno de los pasos, las formas, los tiempos y las direcciones a seguir, dependen exclusivamente del artista que se encamina.

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