Como dijo alguna vez Mark Twain “Es
más fácil engañar a alguien, que convencerlo que ha sido engañado”
La Madre Teresa, nombrada por los
medios de comunicación como “El Ángel de los Pobres”, murió en 1997 y fue
beatificada en el año 2003.
La ganadora del premio Nobel de la
Paz hizo votos de pobreza, pero debido a su fama mundial como benefactora de
los desposeídos, hicieron incluso una emotiva e inspirada película de lo que
suponía que fue su vida. Ríos de dinero llegaban en vida de ella, como
continúan fluyendo después de su partida.
Pero… ¿Qué pasó con todo ese dinero?
Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida
como la Madre Teresa de Calcuta, nacida en Skopje, Macedonia, es ampliamente
considerada como una mujer santa. Llegó a Calcuta el 6 de enero de 1929, cuando
tenía 18 años, era una monja de la Orden de Loreto. Sesenta y ocho años
después, fieles y celebridades de todo el mundo se reunieron en Calcuta para
rendir un último y sentido homenaje en lo que fue un funeral digno de una
celebridad.
Durante todos esos años, Agnes fundó
la orden más exitosa en toda la historia de la Iglesia Católica; fue
galardonada pública y mundialmente con el Premio Nobel de la Paz y llegó a ser
la monja católica más famosa de todos los tiempos.
Las dudas más que razonables.
Pero ¿Alguien se atrevería a tener
dudas, cuando se refiere a una mujer menuda que es un monumento para la
humanidad moderno?
Tomemos de ejemplo a Samity, un
hombre de 30 y tantos años, sin dientes, que vive en los barrios miserables. Él
es uno de los pobres entre los pobres a quienes se suponía que la Madre Teresa
había dedicado su vida. Parado con una bolsa de plástico en las manos, hace
cola de un kilómetro de largo junto con miles de otros pobres, en la Calle del
Parque en Calcuta. Los pobres esperan pacientemente hasta que los ayudantes les
arrojan arroz y lentejas a palazos dentro de unas bolsas. Pero contra lo que se
pudiera esperar, Samitry no obtiene su escasa ayuda de parte de la institución
fundada por la Madre Teresa -de hecho nunca la ha obtenido- sino de la Asamblea
de Dios, una fundación norteamericana de caridad, la que sirve 18.000 comidas
cada día.
“¿La Madre Teresa?” nos dice Samitry. “Aquí no
hemos recibido nada de ella. Y pregunta en los barrios pobres, a ver si alguien
ha recibido algo de esas hermanas. Dudo que encuentres a alguien”.
Pannala Manik se hace preguntas: “No
comprendo por qué ustedes, gente occidental educada, ha hecho una diosa de esa
mujer”. Manik nació hace más de 60 años en el barrio pobre de Rambagan, que con
sus 300 años de existencia es el más antiguo de Calcuta.
Lo que Manik ha logrado, muy bien
puede ser calificado como un auténtico milagro.
Ha construido 16 edificios de
departamentos en medio de la miseria, proporcionando un espacio para vivir a
4.000 personas. El dinero para los materiales de construcción, equivalentes a
16.000 dólares por cada edificio de departamentos, fue solicitado
insistentemente por Manik a la Misión Ramakrishna, una organización hindú de
caridad, la más grande de asistencia social en India. Los habitantes de esa
villa miseria, construyeron con sus
propias manos los edificios. Esto ha pasado a convertirse en un modelo para
toda la India. ¿Qué colaboración obtuvo este hombre de la Madre Teresa?
– “Fui a verla tres veces” dijo
Manik. “Ni siquiera quiso escuchar lo que tenía que decirle. Todo el mundo sabe
que las hermanas tienen muchísimo dinero ¡pero nadie sabe lo que hacen con él!
No es extraño que en Calcuta existan
cerca de 200 organizaciones de caridad ayudando a los pobres. Lo que extraña es
que las Misioneras de la Caridad de la afamada Madre Teresa, no se hallen
dentro de las mayores colaboradoras en servicios de caridad, lo que contradice
la imagen pública mundial de la organización.
El mito.
El nombre “Madre Teresa” estuvo y
sigue estando ligado a la ciudad de Calcuta. Los admiradores y contribuyentes
en todo el mundo de la ganadora del Premio Nobel, están convencidos de que su
organización debe ser la más activa en esa ciudad, en la lucha contra la
pobreza.
El reconocido periodista
anglo-estadounidense Christopher Hitchens, que en 1994 expuso por primera vez a
nivel mundial la otra cara de la monja, (ya fallecido), revela que Teresa de
Calcula tenía menos interés en ayudar a los pobres y enfermos que en dedicar
sus esfuerzos a la expansión de sus creencias fundamentalistas de la Iglesia
católica y romana.
Ella respondió así a las críticas de
Hitchens: "Hay algo hermoso en ver a los pobres aceptar su suerte, sufren
como la Pasión de Cristo. El mundo gana mucho de su sufrimiento".
Defendía que "el mundo gana con
el sufrimiento de los pobres", pero ella fue a un hospital moderno de EEUU
cuando requirió cuidados paliativos.
En 1994, Robin Fox, editor de la
prestigiosa revista médica inglesa The Lancet, en un comentario sobre las
condiciones de los hogares de la Madre Teresa, sacudió al mundo al decir que
cualquier operación catastrófica era ajena en esa institución. Los pacientes
con tuberculosis no eran aislados, las jeringuillas eran reutilizadas, después
de pasar un simple lavado de agua. A los pacientes con dolores insoportables le
eran negados loa analgésicos no porque la orden careciera de ellos, sino por
principio alegando que “El más bello regalo para una persona es que pueda
participar del sufrimiento de Cristo” Ese era el lema de la Madre Teresa.
Una vez trató de aliviar a un
paciente que aullaba de dolor “Tú estás sufriendo, lo que significa que Jesús
te está besando” El sufrido paciente le gritó, furioso “Pues dile a Jesús que
deje de besarme!
El médico inglés Jack Preger trabajó
una vez en el hogar para moribundos, dijo “Si se quiere dar amor, comprensión y
cuidado, deberían usarse agujas estériles. Esta es posiblemente la orden más
rica del mundo. Muchos de los que mueren aquí no tendrían por qué hacerlo”
El periódico británico The Guardian
describió el hospicio como “una desorganizada forma de asistencia negligente”
Muchos afirman –y con datos
concretos en la mano- que Teresa de Calcuta fue una figura política que utilizó
su imagen -y su premio nobel de la paz- para lograr propósitos políticos, como
su campaña contra el aborto y que la llevó a entrevistarse con líderes
políticos conforme a la agenda del Vaticano.
Ser pobre, el sufrimiento como meta,
eran casi como una ambición o un logro para ella, y ella le impuso esta visión
de las cosas a quienes tenía a su cuidado.
Son numerosos los estudios que
demuestran que sus misiones eran verdaderas “casas de la muerte” y que los
millones que recibió su fundación no se corresponden con el coste de sus obras
de caridad. ¿Qué hacía con el dinero? ¿Qué pasaba con los millones de pobres?
La madre Teresa, fue canonizada en
septiembre del 2016 por el papa Francisco. En los años noventa, varias voces se
han alzado para criticar su lado oscuro, “que ni en Occidente ni en India se
quiere oír porque nadie quiere saber que su icono de la compasión, premio Nobel
de la Paz, era una fanática religiosa amiga de dictadores ricos y corruptos. A
los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado
profesional”, dice Aroup Chatterjee.
Este doctor de Calcuta residente en
Londres ha sido su crítico más consistente. Escribió el libro Mother Teresa The
Final Veredict (Madre Teresa, El Veredicto Final) y estuvo detrás del
documental Hell´s Angel (Angel del Infierno).
Aunque la religiosa siempre aseguró
que no hacía política, dio su reconocimiento, entre otros, al dictador de Haití
Jean-Claude Duvalier o al régimen totalitario de Enver Hoxha, en Albania.
También recibió algunas donaciones que fueron muy criticadas, como las de
Charles Keating, que fue encarcelado por el mayor fraude financiero en la
historia de Estados Unidos hasta finales de los ochenta. Cuando Keating ingresó
en prisión, lejos de devolver el dinero que le había entregado (al menos millón
de dólares —896.300 euros—), la madre Teresa intercedió ante el tribunal
pidiendo misericordia.
Chatterjee afirma que es imposible
saber las donaciones que ha recibido la congregación de las Misioneras de la
Caridad, fundada por Teresa de Calcuta, pero asegura que son millones y
millones de dólares. “Con esa fortuna podría haber ayudado a vivir mejor a los
enfermos”, dice. El doctor considera que Teresa de Calcuta dedicó su vida a
expandir el catolicismo más fundamentalista, pregonando el culto al
sufrimiento. “A los moribundos no se les daba ningún analgésico fuerte, incluso
en los casos más extremos, y los cuidados no eran profesionales, carecían de la
más básica higiene, sufrían condiciones de tortura”. Reconoce que la situación
ha mejorado en los últimos años, pero recalca que todavía es pésima.
La madre Teresa también encabezó la
cruzada del Vaticano contra el aborto y los anticonceptivos. En su discurso de
aceptación del Nobel en 1979, declaró que “el más grande destructor de la paz
hoy es el llanto del inocente niño no nacido”.
Pero no es así. “Todo es mentira”,
dice Aroup Chatterjee, un médico que vive ahora en Londres, pero que nació y
creció en Calcuta. Después de trabajar
por años en todo lo relativo al mito de Madre Teresa, publicó un libro que ha
sido reconocido como autorizado y con información verídica. “Madre Teresa: Veredicto
final”.
Chaterjee condujo su investigación
in situ; entrevistó personalmente a numerosos testigos y estudió de arriba
abajo los discursos y declaraciones de la celebrada católica. “Donde quiera que
buscara solo encontraba mentiras. Por ejemplo, la mentira acerca de las
escuelas. La Madre Teresa, frecuentemente decía que ella dirigía una escuela en
Calcuta para más de 5.000 niños. ¿Cinco mil niños? . Habría sido la escuela más
grande de toda la India. ¿Dónde está esa escuela? “Yo no he conseguido
encontrarla, ni conozco a nadie que la haya visto nunca”
1. La madre Teresa siempre decía que
recogía gente de las calles de Calcuta, pero ni ella ni su orden de monjas
hacían eso. Cuando la gente le solicitaba ayuda, les decían que marcaran el
teléfono 102 similar al 911 de emergencia en EEUU, que nada tiene que ver con
orden religiosa alguna porque es del gobierno.
2. Aunque la orden posee varias
ambulancias que les fueron donadas, éstas son utilizadas sólo para transportar
a las monjas a los lugares de oración y no recogen a ningún enfermo ni herido.
3. La Madre Teresa decía que su
orden alimentaba 4.000, 5.000; 7.000, o 9.000 habitantes pobres de Calcuta
todos los días (el número variaba). Las tres cocinas de la orden en Calcuta
sirven un máximo de 300 raciones de sopa al día. Y no sólo eso: Las cocinas
sólo entregaban sopa a quienes poseían “tarjetas de comida”, que eran
distribuidas preferentemente a los pobres que eran católicos, que son minoría
en la India.
4. Aunque la orden que fundó la
Madre Teresa. tiene algo de presencia en muchos países del mundo, en la mayoría
de locales se preparan a monjes o monjas, no son para ayudar a los pobres.
5. Los refugios de la MT usualmente
sólo ayudan a los niños si sus padres firman una forma de renuncia a su patria
potestad y la ceden a favor de la organización.
6. La MT afirmaba continuamente que
sus clínicas para la familia natural prevenían embarazos no deseados, pero los
números que reportan no son reales.
7. La MT enseñaba insistentemente
que el “sufrimiento era bello si se evocaba en el sufrimiento de Cristo”; sin
embargo, -cuando era ella quien se enfermaba- sólo se le internaba en
exclusivos y lujosos hospitales para tratarse.
8. El hospicio en Calcuta por el que
la MT obtuvo amplio reconocimiento, y el cual salía en reportajes y
documentales, era muy pequeño, sólo tenía 80 camas y proporcionaba un servicio
médico mínimo, muy elemental. Mientras ella vivió, las agujas eran recicladas,
todos los pacientes eran obligados a llevar la cabeza rasurada, se prohibía
recibir visitas y los analgésicos casi no se usaban. Las enfermeras no hablaban
el idioma de la gente y no se involucraban en el cuidado de los pacientes. Esta
labor siempre la realizaban voluntarios.
9. La MT a menudo aceptaba dinero de
fuentes sumamente sospechosas y oscuras, la más notable de las cuales era la de
Charles Keating, quien causara el fraude masivo en el sistema de cajas de
ahorro y préstamos de los EEUU, y es considerado un notorio ladrón por la
prensa crítica de su país.
Chaterjee cita a la MT, quien decía
“No somos monjas, no somos doctoras, no somos maestras, no somos trabajadoras
sociales. Somos religiosas, somos religiosas, somos religiosas”.
Y sin embargo, la MT está
considerada como una personas humanitaria y como una mujer santa que dedicó su
vida a los pobres. Nada más alejado de la verdad.
¿Cómo se ve en Calcuta a la
organización de las monjas de los tres galones azules en el uniforme? Como
mundialmente famosas y como las que tienen más dinero. ¿Cuánto dinero
exactamente? Eso está guardado como un secreto de estado por el Ministerio de
Finanzas de la India, encargado de supervisar a las organizaciones de caridad,
probablemente para no enemistarse con el poderoso Vaticano.
La revista alemana Stern intentó
hace unos años conseguir la información, pero el Ministerio rechazó la
solicitada arguyendo que era “información clasificada”.
No conforme con eso, Ster intentó
averiguar el estado financiero de la organización en Alemania donde tiene 6
ramales. “No es asunto que le concierna a nadie el saber cuánto dinero tenemos”,
dijo el jefe de las operaciones de la orden en Alemania.”
Pero la verdad siempre acaba por
saberse. María Tingekhoff, una voluntaria alemana que tuvo el manejo contable
de la organización en 1981, recuerda: “Solíamos obtener el amenos 3 millones de
marcos anuales”. Pero la Madre Teresa nunca confió por completo en los
auxiliares seglares, “Por supuesto que ignoro cuánto dinero realmente ingresó
en los años posteriores, pero deben haber sido fácilmente varias veces esa
cantidad de 3 millones. La Madre siempre se mostró muy complacida por los
donativos alemanes”.
La rama más lucrativa de la
organización es la del Espíritu Santo en el Bronx de NY. Susan Shields sirvió
en la orden durante nueve años y medio como la hermana Virgen. “Nos pasábamos
la mayor parte del tiempo escribiendo cartas de agradecimiento y procesando
cheques”, reveló Shields.”Cada noche, cerca de 25 hermanas debían invertir
muchas horas en preparar los recibos para los donativos. Era como una correa de
producción en una fábrica, mientras unas hermanas tecleaban, otras hacían la
lista de las cantidades, metían las cartas en los sobres o clasificaban los
cheques. Las cantidades oscilaban entre 5 a 100 dólares. Los donantes a menudo
dejaban en la puerta los sobres llenos con dinero.
Antes de Navidad, el flujo de
donativos era incontrolable. El cartero traía sacos llenos de cartas y los
cheques de 50.000 dólares no eran nada extraños”.
La hermana Bigen recuerda que en un
año había algo así como 50 millones de dólares en una sola cuenta de banco en
NY ¿50 millones de dólares en un país protestante? ¿Cuándo estarían entonces
recolectando en Europa o en el resto del mundo, en países con gran población
católica? Se calcula aproximadamente que recogían al menos 100 millones de
dólares cada año, y eso ha estado sucediendo durante muchos años.
Así como los ingresos de la orden
son secretos, los gastos son igualmente misteriosos. La orden difícilmente
tiene en qué gastar tanto dinero. Sus establecimientos son tan pequeños y
llaman tan poco la atención, que aun los vecinos tienen problemas para dar con
ellos. La mayor parte de las veces, un “Hogar de la Madre Teresa” es tan solo
una vivienda para las hermanas, sin funciones de caridad. No se brinda ahí
asistencia de ningún tipo.
Además de los donativos en dinero,
la orden a menudo recibe donativos en especies. Cajas y cajas de medicinas
arriban diariamente a los aeropuertos de la India. Granos y leche en polvo
donados de todo el mundo, arriban en contenedores al puerto de Calcuta,
Donaciones de ropa proveniente de Europa y los EEUU, llegan en cantidades
inimaginables. En las esquinas de Calcuta, se puede ver a comerciantes
vendiendo ropa con etiquetas occidentales por 25 rupias (un poco más de 1
dólar) la pieza. Muchos de ellos gritan: ¡Camisas de la Madre, pantalones de la
Madre!
Al contrario de otras organizaciones
de caridad, las Misioneras de la Caridad, gastan muy poco en su propia
administración, puesto que funciona prácticamente sin costos. Hermanas de 15o
países forman la fuerza de trabajo más preciada de todas las operaciones
multimillonarias. Habiendo tomado votos de pobreza y obediencia, trabajan sin
paga, apoyadas por 300.000 ciudadanos auxiliares de buena fe.
La MT veía como un derecho divino el
no tener que pagar nunca por nada. Una vez, en Londres, compró en un
supermercado despensa y comida para sus monjas por 500 libras esterlinas.
Cuando le dijeron que tenía que pagar en la caja, la diminuta y aparentemente
inofensiva monjita manifestó su temperamento balcánico y gritó ¡Esto es para la
Obra de Dios! Armó tanto escándalo que un hombre de negocios en la cola terminó
por pagar la cuenta de la iracunda monja.
¿Dónde va tanto dinero?
En Inglaterra, país no católico, las
autoridades se muestran más rígidas con la orden.
Por eso fue posible saber que cada
año, de acuerdo con las declaraciones de la orden ante las autoridades fiscales
británicas, una parte de la fortuna que maneja es enviada a cuentas de la orden
en otros países, Cuánto y a qué países, no aparece en la declaración.
Destino Vaticano.
Pero uno de los receptores, sin
embargo, es siempre Roma. La fortuna de la famosa organización de caridad es
controlada por Roma… desde una cuenta del Banco del Vaticano. Y lo que sucede
con el dinero en el Banco del Vaticano, es tan secreto que se sospecha que ni
siquiera Dios parece saberlo.
Una cosa es segura, Los dispensarios
de la MT en los países pobres no se benefician de la generosidad de los países
ricos.
La biógrafa oficial de la MT,
Kathryn Spink, escribe: “En cuanto las hermanas se establecen en cierto país,
la Madre Teresa les retira todo apoyo financiero”. Por consiguiente, las ramas
de la orden en los países más necesitados, sólo reciben un apoyo inicial.
La mayor parte del dinero, permanece
en el Banco del Vaticano listo para financiar los lucrativos créditos que
decide la cúpula cardenalicia.
La orden ha rehusado contestar las
peticiones por escrito acerca de dónde se encuentra el dinero de los donativos.
“Debería visitar el Hogar en Nueva
York, así entendería lo que sucede con los donativos.” musita Eva Kolodziej.
Esta dama polaca fue Misionera de la Caridad durante cinco años. “En la bodega
del sótano del refugio para indigentes, hay muchos libros valiosos, joyería y
oro. ¿Qué hacen con ellos? Las hermanas los reciben con sonrisas y los guardan.
Mucho de esto ahí queda sin servir y para siempre”.
Los millones en efectivo que recibe
la orden tienen un destino similar. Susan Shields (antes la Hermana Virgen)
dice: “El dinero no se usaba indebidamente, pero la mayor parte no se usa.
Cuando hubo hambruna en Utiopia. Una vez le pregunté a la hermana que estaba a
cargo de las cuentas, si debería sumar los cheques y enviar el total allí. La
hermana me contestó “NO, nosotras no enviamos dinero a África” Pero aun así, yo
continué haciendo recibos para los donantes “Para Etiopía”.
Para la mente de las hermanas, las
finanzas son camino de una sola vía. “Siempre se nos dijo que el hecho de que
recibiéramos más que otras órdenes, mostraba que Dios amaba más a la Madre
Teresa” dice Susan. Donativos y cuentas gordas son, para ellas, la medida del
amor de Dios. Para ellas, recibir es más sagrado que dar.
Los que padecen son aquellos a
quienes originalmente fueron dedicados los donativos. Una vez, como Susan
recuerda, los auxiliares cometieron un error de organización, así que nos
repartieron pan con las comidas. Las hermanas preguntaron a la monja superiora
si podrían comprar el pan. “Ni pensarlo….somos una organización pobre” esa fue
la respuesta. “Al final del día los pobres no recibieron su pan, dice Shields,
que muchas veces comprobó casos similares. Una niña no llegó a su primera
comunión porque su madre no pudo comprarle su vestido blanco, así que tuvo que
esperar al año siguiente, pero conforme se acercaba la fecha, se presentó de
nuevo el mismo problema. Susan (la hermana Virgen) le preguntó a la madre
superiora si la orden podría comprarle el vestido. Una vez más, su petición fue
rechazada. La niña, hoy una mujer, no hizo su primera comunión.
Debido al rigor de la opulenta
orden, los pobres entre los pobres, los huérfanos en la India, son los que más
sufren.
Como de costumbre, los costos para
el funcionamiento de la casa hogar no son solventados por la orden, sino por
los futuros padres adoptivos. En esa casa hogar, a veces 2 o 3 niños se recuestan
en un mismo catre, en cuartos atestados, donde no queda un centímetro cuadrado
para que jueguen. Una organización con una fortuna billonaria, que tiene el
triple de dinero que el presupuesto total de la UNICEF ¿No puede comprar más
catres y construir orfanatos decentes, con su propia área de juegos?
Desde luego, las Misioneras de la
Caridad tienen dinero más que suficiente no sólo para construir una buena
cantidad de orfanatos en Calcuta, sino para ayudar a miles de huerfanitos que
luchan por sobrevivir en las calles de Calcuta, Bombay y Nueva Delhi.
Ahorrar era la filosofía de la Madre
Teresa. No se permiten los computadores, máquinas de escribir o fotocopiadoras,
las que aun cuando eran generosamente donadas, no se permitía su instalación.
Para llevar la contabilidad, las hermanas usaban libretitas escolares, en las
que apuntan con lápiz, amontonadas en cantidades hasta que se llenara. Entonces
reciclaban tales libretas, las borraban y volvían a usar.
Aunque tenía 517 misiones en 100
países en el momento de su muerte, el estudio que hicieron los investigadores
canadienses reveló que casi nadie que encontró cuidados médicos si los buscaba
allí.
Los médicos observaron condiciones
antihigiénicas, incluso insalubres, comida inapropiada y ningún analgésico, no
por falta de dinero (ese no era un
problema para la orden de la Madre Teresa), sino por lo que los autores del
estudio califican como una “concepción particular del sufrimiento y la muerte”,
y más aún, también al momento de su muerte se conocieron varias cuentas
bancarias con millones de dólares bajo su protección y nombre, las que no
utilizó para el combate a los desprotegidos.
Sin embargo –y a pesar de tantas
pruebas al respecto-, cotidianamente siguen llegando donaciones en sumas
siderales hasta allí, pero se sigue sin saber dónde va a parar todo ese dinero,
porque a los pobres de Calcuta, no llega.
No se sabe, aunque muchos tienen bastante más que una sospecha.
Fuentes:
Christopher Hitchens en su libro
“Mother Teresa The Final Veredict”
Aroup Chatterjee en su documental
Hell´s Angel (Angel del Infierno),
(Investigación revela que Teresa de
Calcuta era de todo, menos una santa)
El Huffington Post
Robin Fox
y “Público”
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