A pesar de que muchos cuentan que las etimologías de estas palabras se las deben a estampas gauchescas de boleadoras y otros instrumentos para cazar o matar, la realidad demuestra que no son más que repeticiones de internet, sin sustento que se pueda verificar más que con la creencia misma.
La acepción -si bien también proviene del acervo campestre-, nada tiene que ver lo con antedicho, sino que por el contrario, tradicionalmente, se ha asumido que los animales mas activos y ágiles (leones, tigres, etc.) son poseedores de testículos chicos y compactos, mientras que los herbívoros mas lentos (vacas, ovejas, etc.) los tienen grandes y colgantes. De allí vendría la acepción de "boludo" o "pelotudo" como lento, y que por decantación llega hasta el "poco astuto", incluyendo esta explicación al uso chileno de "huevon" con similar significado.
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