En Birmania (Myanmar) la historia es muy
diferente que en el resto del mundo, ya que en la nación budista lo que más se
escucha es la música occidental, pero traducida al birmano, por artistas
locales y de forma totalmente ilegal.
Birmania pasó gran parte de su
historia post colonialista como una dictadura
Durante esos años, los birmanos no
tenían mucho tiempo para idear su propia música y al gobierno nunca le interesó
la propiedad intelectual; así que en el país los compositores simplemente se
encargaban de plagiar canciones que ya fueran famosas en Occidente y las
personas de Birmania nunca se enteraban que estaban escuchando canciones
no-originales, de hecho, algunos artistas tampoco lo sabían…
Probablemente una gran parte de los
birmanos nunca haya escuchado «My Heart Will Go On» (el tema de Titanic) de
Céline Dion, pero sin ninguna duda están muy familiarizados con «Achit Myar Lat
Saung», la versión birmana con voz de Phyu Phyu Kyaw Thein, una de las mayores
estrellas del país.
Además del cover ilegal de Céline
Dion, Phyu Phyu Kyaw Thein, se hizo extremadamente famosa en su país plagiando
otras canciones occidentales, pero la artista confesó que ella no tenía idea de
que las canciones que escribían para ella, eran de otras personas.
Se sabe que la música de otros
artistas populares también ha sido plagiada, ya sean bandas de rock como
Nickelback o Evanescence, hasta artistas radicalmente distintos como Bob
Marley. Sus temas suenan en birmano, cantados por grandes estrellas nacionales
como Phyu Phyu Kyaw Thein, Sai Sai o R Zarni.
Incluso han plagiado música en
español y hasta hace poco existía un comercial birmano sobre una crema para el
agrandamiento de senos que utilizaba el tema «Chiquitita» de ABBA.
Aunque la versión de «My Heart Will
Go On» está en birmano, las estrofas tienen rimas casi idénticas a la original,
demostrando que estos músicos que las traducen, irónicamente, son realmente
talentosos.-
Pero esos no son los únicos casos,
ya que la situación ocurre desde los tiempos de los Beatles o Elvis Presley.
En 2014, la BBC entrevistó a Myint
Moe Aung, quien es uno de los principales compositores de plagio del país… y
pudieron conversar con él mientras lo oían crear la versión birmana de «All of
Me» de John Legend. El músico aseguraba que se sentía mal debido a que una
persona budista no debería tomar la propiedad de otros, pero que en realidad no
hacía mucho dinero por ello y que así daba publicidad de la música occidental
allá.
También agregó que plagió la canción
«Winds of Change» de Scorpions, la cual hablaba sobre la caída del Muro de
Berlín. El escritor se vio forzado a cambiar la temática porque Birmania era
una dictadura, e incluyó las palabras necesarias para que la gente entendiera
que su versión también era de carácter político. Durante los años 90, el autor
intentaba hablar disimuladamente de la situación política birmana a través de la
música.
Aparte de Myint Moe Aung, existen
otros compositores famosos por plagiar música occidental, como Wunna Kyaw,
responsable del extraño cover de «Chiquitita».
Además de la industria del plagio,
el otro gran problema musical de Birmania es la piratería.
El artista Thxa Soe declaró que su
álbum había vendido oficialmente alrededor de 20 mil copias, pero que aquellos
que piratearon su música, hicieron millones.-
En la actualidad ya existen
organizaciones encargadas de velar por los derechos de autor (al menos en
cuanto a los artistas del país se refiere), pero la piratería y el plagio
continúan siendo un gran problema, y algunos analistas han considerado que se
debe a un complejo de inferioridad presente en la nación.
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