El misterio de la fórmula de la Coca Cola se funde con otro misterio, el de su origen. En su 134 aniversario la génesis de la bebida señala a un farmaceútico estadounidense como su inventor. Lo que no cuenta la historia es que seis años antes en Aielo de Malferit, un pequeño pueblo valenciano, en España, inventaron un jarabe con un sospechoso parecido, la Nuez de Kola Coca.
La historia de la Coca Cola, o mejor
dicho, de su receta original, data de finales del siglo XIX, cuando la Fábrica
de licores J.J. Mompó de Aielo de Malferit -todavía activa- comenzó a comercializar
un jarabe -el cual tenía en origen objetivos medicinales- que incorporaba nuez
de cola y hojas de coca peruana. Esta destilería de Aielo fue fundada en 1880
por Bautista Aparici, Ricardo Sanz y Enrique Ortiz, crearían una innovadora
destilería que surtiría a la Casa Real y que les valdría numerosas medallas de
oro y distinciones internacionales por la originalidad de sus licores: “Perfecto amor”, “Placer de damas”, “Lágrimas
de contribuyente” o “Leche de vieja”, un ponche dulzón con toques de canela y
limón, al mismo tiempo que crearon esta receta, comercializada como Nuez de
Cola Coca.
Debido al enorme éxito de esta
receta y de otras varias que todavía hoy son populares en bodas y eventos
especiales de la zona, la fábrica logró hacerse suministradora de la Casa Real
al tiempo que recibía numerosos premios, medallas y diplomas a la innovación
que hoy se pueden ver colgadas en las paredes de sus instalaciones.
La bebida (que todavía se produce)
tenía además un sabor parecido (aunque más concentrado), el mismo color y la
misma base: nuez de Kola y hojas de coca de Perú. La nuez de cola (Kola) o nuez
de Sudán (Cola acuminata) es una especie de árbol perteneciente a la familia de
las malváceas. Es originaria de África tropical. De la nuez de cola se producía un extracto
para refrescos por su alto contenido de cafeína (hasta 5 %). En África se usan todavía las semillas de
forma tradicional, dándoles usos varios como alimentación, medicinal,
ceremonial y su madera como material de construcción.
Su acción farmacológica es:
estimulante del sistema nervioso central (comparable al café o té pero de
efecto más suave), combate la astenia y tiene efecto cardiotónico, digestivo,
lipolítico y diurético.
La nuez de cola libera de forma
lenta la cafeína, por lo que presenta un efecto estimulante más suave que el
café y alarga el tiempo de eliminación de la cafeína, lo que potencia el efecto
excitante de las bebidas refrescantes en las que van asociada a otras
sustancias con bases xánticas.
Esta bebida, en un principio se llamó “Anís Celestial” y se etiquetaba como jarabe de la Fábrica de Licores de Aielo.
A partir de entonces, con la fundación en 1891 de The Coca Cola Company y su comercialización a gran escala estallaría el fenómeno Coca Cola en Estados Unidos y en el resto del mundo con la historia que todos conocemos.
El enorme éxito de la Nuez de Cola
Coca animó a sus inventores a participar en numerosos concursos y festivales
internacionales, como la Exposición Internacional de París de 1889. Uno de
aquellos festivales tuvo lugar en Filadelfia en 1885, donde -por pura
casualidad-, un año después, el farmacéutico John S. Pemberton comenzara a
comercializar, en Atlanta, una bebida muy similar denominada Wine Coca (vino de
coca) -aunque finalmente pasaría a llamarse Coca Cola a propuesta de su
contable).
"Aparici viajaba mucho a Estados Unidos para abrir mercado. En esa época una plaga acabó con nuestras viñas y él trajo una vid más resistente que todavía utilizamos, la americana. A cambio iba dejando botellas de Nuez de Cola Coca", comentó Juan Juan Micó, actual propietario de la fábrica.
Mientras la Coca Cola se disparaba en Estados Unidos, la fábrica de licores de Aielo pasaba por diferentes dueños hasta el comienzo de la Guerra Civil española cuando fue ocupada. La producción durante y después del conflicto continuó pero a media máquina por la escasez de materia prima y por la desolación de la posguerra.
Años después, en 1953, ambas bebidas
se volverían a cruzar. Coca Cola, en plena apertura de mercados, aterrizaba en
España, pero allí se toparía con un obstáculo: una bebida de nombre parecido y
con la misma base que, según las leyes españolas, impedían su comercialización
para evitar confusiones: la Nuez de Cola Coca.
Los delegados de la compañía
estadounidense no tuvieron más remedio que acercarse hasta Aielo de Malferit y
comprar la patente. En pocos años "la chispa de la vida" inundó toda
la península.
La Nuez de Cola Coca se siguió
produciendo pero con alcohol. Pese a todo, la fábrica de licores de Aielo (de
las más antiguas de España) sobrevive. En sus paredes cuelgan las medallas y
diplomas de finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando era un referente
de creatividad.
Los licores aún se elaboran de forma
artesanal. La leche de vieja, el placer de damas, la propia nuez, suelen
despacharse para bodas o eventos especiales como auténticas rarezas.
Allí, en torno a una mesa, los
invitados brindan con una misteriosa bebida negra y dulzona que inmediatamente
les recuerda algo. Luego alguien comienza una historia que parece una leyenda:
"¿Sabían que la Coca Cola nació en un pueblo de Valencia?".
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